En medio de las nubes y el invierno, me recuerda q mas arriba siempre hay un sol !!
Otto DeVal
Ciclos de vida...
Una de las cosas que más me atormenta es pensar
en cuando haré algo por última vez….
No sé si mi viaje a Sao Paulo en febrero del 2007
fue mi último viaje a esa ciudad, o cada vez que fui al Gramercy Tavern en New
York, pensaba si ese era mi última vez allí, cuando fui en Agosto del 2011 no sé
si fue mi última vez, o inclusive si ese fue mi última vez en New York, la
verdad eso no lo sé pero hay cosas que si se que no volverán a pasar, no sabía
que el 9 de Julio de 2012 era la última vez que dormía en mi cama o que el 10
de Julio cuando me desperté era la última vez en despertar en ese sitio. O que
cuando fui en Junio a la revisión de mi carro en la Honda era la última vez que
iba a ir con ese carro a ese sitio, ya ese no es mi carro. O el día que
renuncie a mi trabajo en el BAC y pensaba trabajar un mes de preaviso y me
pidieron irme ese mismo día esa fue la última vez que llegue en la mañana a esa
oficina a ese parqueo. O cuando me despidieron de IBM no sabía que ese día era
el final de un ciclo en mi vida que duro cerca de diez anos.
Más todavía cuando pienso que puedo morir en
cualquier momento igual será la última vez que hare muchas cosas, sin ser tan
drástico al pensar en la muerte que es el fin de un ciclo también, muchas cosas
en estos días han sido diferentes, desde que cumplí 49 y pensaba en los 50
muchos miedos surgieron en mi, miedo a envejecer, miedo a las enfermedades, miedo a la
muerte. Asimismo surgieron miedos de mi infancia de sueños robados de
inocencias robadas cuando tenía menos de 6 anos… Cuando veo mis fotos de
pequeño siempre veo una triste mirada, un dolor profundo…. Situaciones que me
han limitado en algunos aspectos y me han abierto a otros mundos que de no
haber sido por esas experiencias vividas nunca hubiese conocido.
La verdad todo esto tiene que ver con el miedo de
no saber cuándo se acaba una etapa de mi vida y cuando va a empezar otra, como
me dijo José Luis, al cumplir Cincuenta empiezas la segunda mitad de tu vida...
y ha sido así.. ha empezado una nueva etapa en mi vida.
Por lo menos aunque siento tristeza prefiero no
aferrarme o permanecer en etapas que ya se cerraron prefiero no permanecer en
ellas más allá del tiempo necesario para no perder el sentido.
Prefiero estar cerrando círculos, cerrando etapas,
o cerrando capítulos. Como se llame, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir
momentos de la vida que se van clausurando.
Puedo pasarme mucho tiempo pensando en los
porque, recordando cada detalle de lo vivido como en una película tratando de
entender lo que sucedió, tal o cual hecho, pero el desgaste va a ser infinito
porque en la vida estamos dirigidos a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a
terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No quiero estar en el presente añorando el
pasado. Ni siquiera preguntándome por qué. Lo que sucedió, sucedió, y tengo que
soltar, desprenderme. No puedo ser niño para siempre ni aferrarme o excusarme
con lo que paso en mi vida sin mi permiso sin que nadie me preguntara, aunque
me hubiesen preguntado no estaba preparado para enfrentar algo así. Tampoco
puedo ser empleado de empresas que ya no existen, ni tener vínculos con quien
no quiere estar vinculado a mí. No. Los hechos pasan y hay que dejarlos ir. Por
eso creo que es importante destruir recuerdos, como cuando queme todas las
cartas de una época de mi vida antes de empezar una nueva etapa; regalar
presentes, cambiar de casa, libros por vender o regalar. Por eso cuando me fui
de la casa muy pocas cosas me lleve y la mitad de las cuales ya las regale.
La vida es para adelante, nunca para atrás. No
quiero ir dejando "puertas abiertas" por si acaso, ya que nunca podre
desprenderme ni vivir lo de hoy con satisfacción. Posibilidades de
"regresar" necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron,
silencios que me invadieron. Quiero cerrar capítulos simplemente porque ya no encajo
allá, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese
escritorio, en ese trabajo. Ya no soy el mismo que se fue, hace dos días, hace
tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver.
Cierro la puerta, paso la hoja, cierro el círculo.
Ya no seré el mismo ni el entorno al que regrese será igual, porque en la vida
nada se queda quieto, nada es estático.
Nada ni nadie es indispensable. Ni una persona,
ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque cuando vine a este
mundo llegue sin nada y así me voy a ir, por lo tanto es la costumbre lo que me
hace vivir pegado a alguien o a algo, y es un trabajo personal aprender a vivir
sin eso o ese, sin el adhesivo humano o físico que hoy me duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y,
humanamente se puede lograr porque, nada ni nadie nos es indispensable. Solo es
costumbre, apego, necesidad. Pero... hay que cerrar, clausurar, limpiar,
oxigenar, desprenderse, soltar, dejar ir ....